Cláusula Suelo: comprueba con nosotros que tu banco no te engaña con la devolución

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Comunicación



Si ya te han hecho la devolución por cláusula suelo, pero tienes dudas, o si te la han denegado alegando cualquier excusa, contacta con nosotros para que lo solucionemos.

En Fonfría Abogados nos gustan las cosas bien hechas, al céntimo. A la hora reclamar por cláusula suelo, hay que actuar con cabeza, rodearse de profesionales especialistas en derecho bancario, y no dar por buenos los datos que nos traslade la entidad financiera, ni desanimarnos porque el SAC rechace en un primer momento la reclamación.

Los fallos de los simuladores salen caros a los afectados

Los datos facilitados por los simuladores han de ponerse en cuarentena: no son confiables y jurídicamente carecen de valor.

Así, recientemente hemos conocido que la calculadora que la Junta de Andalucía había promocionado en su web, daba mal los resultados. Concretamente, las cantidades eran inferiores a los importes que verdaderamente debían devolver los bancos a sus clientes.

Y es que conviene subrayar que los simuladores, para empezar, no suelen incluir los intereses de demora –de carácter indemnizatorio– que han de ser calculados cada año; no reflejan las reducciones del capital pendiente de la hipoteca; ni tienen en cuenta las amortizaciones anticipadas que hayamos podido realizar.

Otro error de programación, bastante frecuente, se produce cuando existe coincidencia entre el tipo de interés fijo inicial del préstamo y la cláusula suelo. En estos casos el simulador o calculadora “creen”, erróneamente, que también se ha aplicado la estipulación en dicho periodo, por lo que la cantidad arrojada será inexacta.

Los bancos conocen a la perfección estas deficiencias, y sin duda las utilizarán para jugar en nuestra contra, especialmente si se llega a juicio.

Por eso, cuando los detalles no se cuidan, y la cuantía a devolver no se realiza debidamente, corremos el riesgo de que, o bien nos den cantidades de menos; o bien, si se va a juicio, el Magistrado estime la reclamación como “improcedente”: si la demanda no es correctamente planteada, un simple defecto de forma puede tirarla por tierra, a pesar de tener razón.

Como todo en la vida, merece la pena dedicar un mínimo de esfuerzo y tiempo para realizar las reclamaciones como Dios manda, porque hacer las cosas medio bien –o a medias–, al final equivale a hacerlas mal.

Ejemplo típico:

Pensemos en una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años, suscrita el 1 febrero de 2002 y referenciada a euríbor + 0,5, con un suelo del 4%, y un tipo fijo del 4% durante los primeros doce meses.

Con estos datos, la devolución por cláusula suelo, junto con los intereses legales, ascendería hasta los 23.872 euros; en cuanto al capital pendiente, quedaría reducido en 7.953 euros.

Sin embargo, si utilizamos un simulador, éste nos indicará un reintegro de 19.789 euros, con lo que, de algún modo, al darlo por bueno estamos “regalando” al banco 4.083 euros, que en Justicia nos corresponden.

Y tampoco podemos dar por hecho que la entidad vaya a aplicarnos la reducción de los 7.953 euros en el capital pendiente de amortizar. A menos que nosotros se lo advirtamos, el sector bancario, para lo bueno, normalmente no actúa “de oficio”.



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